La Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas:  Dos buenas estrategias en el presente y futuro de la transformación digital en las organizaciones

Internet de las cosas

Una de las mejores opciones tecnológicas para ayudar a las empresas a su crecimiento es la incorporación de diversas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IOT). La primera puede ayudar en diversos procesos donde las capacidades humanas ya empiezan a ser sustituidas por programas de computadora o robots en algunos casos. Junto a la IA, los Analistas de Datos podrán resolver problemas de clasificación o de predicción de tendencias. Tanto la IA como el Análisis de Datos requieren precisamente de Datos como fuente de alimentación para poder “tomar decisiones”.

Una de las mejores fuentes de datos continuos y masivos son los sistemas de IOT en donde la idea principal es que las “cosas” (Diversas máquinas, líneas de producción, tanques de almacenamiento, medios de transporte, anaqueles en una tienda de conveniencia, casas, edificios, etc), puedan reportar cambios de estado relevantes.  De este modo los grandes sistemas de almacenamiento de datos pueden acumular estadísticas, alertas, y comportamientos que habilitan a los llamados algoritmos de aprendizaje automático (que son parte de la Inteligencia Artificial).

Es importante destacar que hoy día los costos de implementación de este tipo de tecnologías tienen una relación de nivel de inversión de entre 10 y 20 veces menor que hace 20 años. Las tendencias indican que hacia 2030 la implementación de cualquiera de las tecnologías propias de la Industria 4.0 (como la IA y el IOT entre otras) tendrán un nivel de inversión 10 menor que ahora en 2023. Desafortunadamente para entonces muchas organizaciones que esperen a que los costos bajen ya no tendrán oportunidad de hacerlo porque habrán desaparecido por falta de competitividad.

De la misma manera muchos de los trabajos actuales también habrán desaparecido o estarán al borde de la extinción. Como lo plantea Andrés Oppenheimer en su libro “Sálvese quien pueda” hay una lista de por lo menos 60 profesiones que prácticamente desaparecerán o la automatización los cubrirá y eso será más eficiente y económico que contratar a un humano. La buena noticia es que el autor y los hechos históricos muestran que, aunque en cada revolución industrial hay personas afectadas, al final hay muchas más beneficiadas porque la tecnología se transforma en  oportunidad.

Las empresas que apuestan a una transformación digital generan un ADN de productividad gracias a la digitalización de todos los procesos que permite brindar un ambiente de eficiencia y colaboración en las diferentes áreas de una empresa.